La evaluación del desempeño laboral es un proceso fundamental en la gestión de recursos humanos que permite a las organizaciones medir, analizar y mejorar el rendimiento de sus empleados. Este sistema establece una relación triangular entre el empleado, el supervisor y la organización, donde cada parte tiene roles específicos. Los objetivos principales incluyen la mejora del rendimiento individual, el desarrollo de competencias profesionales, la toma de decisiones informadas sobre recursos humanos y la alineación con los objetivos organizacionales. Las investigaciones demuestran que las evaluaciones efectivas pueden incrementar la productividad empresarial hasta en un veinticinco por ciento.
Los tipos de evaluación del desempeño se clasifican según diferentes criterios y metodologías. La evaluación tradicional anual es el método más común, realizada una vez al año con un enfoque formal. La evaluación continua permite un seguimiento constante del rendimiento. La autoevaluación involucra al empleado en su propia valoración. La evaluación trescientos sesenta grados incluye múltiples perspectivas: supervisores, pares y subordinados. La evaluación por objetivos se enfoca en metas específicas medibles. Finalmente, la evaluación por competencias analiza habilidades y comportamientos específicos. Cada método presenta ventajas particulares en términos de frecuencia, precisión y costo de implementación.