El aparato reproductor masculino es un sistema complejo encargado de la producción de gametos masculinos y hormonas sexuales. Sus componentes principales incluyen los testículos, donde se producen los espermatozoides y la testosterona; el epidídimo, donde maduran los espermatozoides; los conductos deferentes que transportan los gametos; las vesículas seminales y la próstata que aportan secreciones al semen; y finalmente la uretra y el pene que permiten la expulsión del semen al exterior.
Los testículos contienen túbulos seminíferos donde ocurre la espermatogénesis, proceso de formación de espermatozoides. Las células de Sertoli nutren y apoyan este proceso, mientras que las células de Leydig producen testosterona. La espermatogénesis comienza con espermatogonias que se dividen mitóticamente, luego se convierten en espermatocitos que experimentan meiosis, después en espermátidas que se diferencian, y finalmente en espermatozoides maduros. Este proceso completo dura aproximadamente setenta y cuatro días.