COMO ESPECIALISTA EN LITERATURA Y PEDAGOGÍA GENERA UN VÍDEO PARA ESTUDIANTES DE QUINTO DE SECUNDARIA EN LA MATERIA DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJES A CARGO DEL PROFESOR ULISES VALENCIA : EL TEATRO EN BOLIVIA Antecedentes
La cultura quechua realizaba ceremonias complejas dirigidas a sus
dioses, gobernantes y héroes locales en las distintas comunidades. El
teatro, al interior de la cultura quechua, asumió un papel muy importante
en lo político y social. Las dramatizaciones tomaron como base los mitos
de origen incaico y las alabanzas a sus dioses.
2. El teatro en Bolivia
El teatro estuvo presente durante la Colonia, mediante representaciones
populares indígenas y comedias religiosas, marcadas por su tono
español.
Una de las primeras obras del teatro boliviano es “Aviso a las solteras”,
una comedia de Mariano Méndez, presentada por primera vez en 1834 y
considerada la primera obra dramática creada en Bolivia.
3. Tendencias del teatro boliviano entre 1825 - 1920
3.1. El drama histórico
El teatro tuvo el objetivo de exaltar a los héroes de nuestra historia e
infundir el patriotismo. Los temas van desde los incas a la conquista,
con narraciones desgarradoras. Esta tendencia mantuvo los rasgos
lingüísticos grandilocuentes y exagerados del teatro español. Una obra
sobresaliente de esta tendencia es: “Los mártires” de Hermógenes Jofré
en 1868.
3.2. El monólogo
Surge a principios del siglo XX. Contiguo al drama histórico y asume los
mismos temas sobre próceres históricos a quienes los personajes
enaltecen en su monólogo en verso. El máximo representante de esta
tendencia fue José Palma con su obra “Un prócer de la independencia”
(1901).
3.3. El drama poético
Toma como directriz al modernismo, el drama se caracteriza por la belleza
y sonoridad en los versos empleados en sus diálogos. Los máximos
representantes de esta época son: Ricardo Jaimes Freyre con “La hija de
Jefthé” (1889) y Franz Tamayo con “La Prometheida” (1917).
4. El teatro después de la Guerra del Chaco
Pese a los acontecimientos de la guerra y la recuperación económica y
social de nuestro país, el teatro se mantuvo vigente.
En este periodo se destacan:
4.1. Antonio Díaz Villamil (1939-1948)
Comienza con una nueva propuesta de producción teatral, en la que
analiza la realidad boliviana y la psicología del pueblo añadiendo a las
mismas un objetivo didáctico. Sus obras sobresalientes son:
a) El hoyo (1939), una obra que aborda temas de crisis y supervivencia,
reflejando el impacto de la guerra en la vida cotidiana.
b) Cuando vuelva mi hijo (1942), explora las consecuencias del conflicto
en las familias y las emociones de los que regresan de la guerra.
c) El nieto de Augusto César (1923), la trama gira en torno a un joven
que debe enfrentarse a su legado y las expectativas puestas en él
debido a su herencia familiar.
d) La voz de la quena (1922), esta obra utiliza la música y la danza
tradicional boliviana para contar una historia de amor y lucha.
ORIGEN DEL TEATRO EN
BOLIVIA
Un estudio del actor y periodista
español Daniel González Gómez
Acebo da cuenta que el teatro
en Bolivia se practicaba desde
la época de los incas y descarta
que esta actividad cultural haya
llegado con los españoles en la
colonización.
Fuente: https://www.bolivia.com/entretenimiento/
noticias/el-teatro-se-reinventa-virtual-mientras
siguen-cerradas-salas-bolivia-281223
Dos géneros teatrales existían,
entonces, el wanka que significa
tragedia y el aranway, similar a
comedia. Un ejemplo de este
tipo de obra fue encontrado por
un etnólogo belga en los valles
de Cochabamba, trataba de
una historia de amor entre dos
campesinos, tenía escenografía
propia y un bosque artificial.
Fuente: https://www.nodalcultura.am/2019/01/el
teatro-boliviano-se-ha-desarrollado-muchisimo-en
los-ultimos-anos/
Respondemos a las
siguientes preguntas en
forma de discusión:
− ¿Cómo influyeron Díaz Villamil
y Gantier en el teatro boliviano?
− ¿Qué temas abordaron en sus
obras?
− ¿Por qué es importante su
contribución en el contexto
histórico?
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QUINTO AÑO DE ESCOLARIDAD 2025
Fuente: https://visiteboliviaysucultura.blogspot.
com/2017/06/el-cine-y-el-teatro-en-bolivia.html
En los años 20 se dio inicio
al primer festival de teatro
boliviano que da comienzo a un
teatro criollo. Se destacan Ángel
Salas, Antonio Díaz Villamil
y Humberto Palza quienes
fortalecen su técnica teatral
recuperando personajes como
el cholo, la cholita, el minero,
el campesino, el pituco o los
señoritos de sociedad. Antonio
Díaz Villamil es, sin duda, el que
mejor capta el hablar vivaracho
del pueblo con su obra “La
Rosita” (1924).
¡Es momento de poner en
práctica!
Lectura y discusión de obras
Dividimos en tres grupos y
a cada grupo asignamos las
obras de Raúl Salmón de la
Barra: “Escuela de pillos”, “¡Viva
Belzu!” o “Juana Sánchez”.
Cada grupo debe discutir los
siguientes puntos:
− ¿Cuál es el tema principal de
la obra?
− ¿Cómo refleja la obra los
época?
problemas sociales de la
− ¿Qué técnicas utiliza el
dramaturgo para destacar
estos problemas (por ejemplo,
humor, dramatización
histórica, crítica directa)?
Los grupos deben preparar una
breve presentación (10 minutos)
sobre su obra, destacando los
temas y técnicas debatidas.
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e) Gualaychos (1945) y La hoguera (1945), obras que profundizan en
la psicología y las vivencias del pueblo boliviano, proporcionando una
visión crítica de la realidad social.
4.2. Joaquín Gantier
Escritor, director y actor; su destacado aporta en la creación teatral, es el
aspecto psicológico. Inspirado en la guerra del Chaco escribe.
a) “Más allá de la primera línea” (1933), esta obra, escrita antes de la
guerra, anticipa muchas de las preocupaciones psicológicas y sociales
que se volverían prominentes en el teatro post-conflicto. Gantier exploró
cómo la guerra afecta la mente y las emociones de los individuos,
proporcionando una visión profunda del impacto psicológico de los
conflictos bélicos.
5. El teatro social
Se inicia con Raúl Salmón de la Barra, quien en 1943 forma un elenco
con un grupo de aficionados, con el objetivo de representar obras
con temáticas que muestre los problemas de la sociedad, para llamar
la atención y puedan ser enmendados o solucionados, llevando a la
reflexión al público.
Estas características marcan el inicio del Teatro Social Boliviano de la
mano de Raúl Salmón de la Barra. Más tarde inicia una segunda época
a la que se denominaría el “Teatro Histórico Social”. Sus obras son:
“Escuela de pillos”, esta obra aborda temas de corrupción y moralidad,
utilizando una narrativa que combina crítica social con elementos cómicos
para destacar la corrupción en diferentes esferas de la sociedad.
“¡Viva Belzu!”, un drama histórico que explora la figura del caudillo
boliviano Pedro Domingo Murillo, haciendo una crítica a las luchas y
aspiraciones de los líderes políticos de la época.
“Juana Sánchez”, esta obra ofrece una visión crítica sobre la condición
de las mujeres en la sociedad boliviana, destacando las luchas y las
injusticias que enfrentan.
6. El teatro boliviano a partir de 1967
En 1967 se realizó un evento histórico para el teatro en Bolivia, las
“Jornadas Julianas de la Juventud”, reuniendo alrededor de 14 elencos,
con más de 200 actores, haciendo posible la interacción de dramaturgos
tradicionales y nóveles, causando expectativa entre los medios de
comunicación y la población.
En este evento destacó la labor de Julio de la Vega por su amplia
trayectoria en el periodismo y las letras. Este evento despertó el talento
y ambición de escritores importantes para las letras nacionales como el
galardonado Sergio Suárez Figueroa y sus obras:
“El hombre del sombrero de paja”, esta obra aborda temas de identidad
y marginalidad, explorando la vida de personajes que viven al margen de
la sociedad. Suárez Figueroa utiliza el teatro para examinar las luchas
personales y sociales de sus protagonistas, ofreciendo una crítica sutil
pero potente sobre las estructuras sociales.
“Marginalidad”, a través de la exploración de la vida de personajes que
habitan al margen de la sociedad, es un tema central en la obra de Suárez
Figueroa. El autor emplea el teatro como herramienta para indagar en las
luchas personales y sociales de sus protagonistas, ofreciendo una crítica
sutil pero profunda de las estructuras sociales.
EDUCACIÓN SECUNDARIA COMUNITARIA PRODUCTIVA
ÁREA: LENGUA CASTELLANA
“La peste negra”, en esta obra, Suárez Figueroa se
centra en el impacto de la peste negra en la sociedad,
utilizando el evento histórico como una metáfora para
examinar la condición humana y las dinámicas de
poder y desesperación.
“La azotea”, esta pieza se adentra en las relaciones
humanas y las tensiones sociales a través de la
perspectiva de personajes atrapados en un espacio
limitado, proporcionando una reflexión sobre la libertad
y la opresión.
Leemos el siguiente texto:
Respondemos a las siguientes preguntas
en forma de discusión:
− ¿Cómo contribuyó Julio de la Vega al evento y
qué impacto tuvo su participación en el teatro
boliviano?
− ¿Qué temas principales aborda la obra “El
hombre del sombrero de paja” de Sergio Suárez
Figueroa?
VALORACIÓN
TEATRO EN BOLIVIA
El teatro, tanto como disciplina literaria como forma de arte escénico, es un género poco desarrollado en Bolivia.
Esto se evidencia, por ejemplo, en 1982, cuando las figuras más prominentes de la intelectualidad boliviana se
reúnen en un simposio para debatir sobre la literatura del país y el teatro es el único género que queda excluido
del programa. Dado que en Bolivia no se fomenta la lectura de obras teatrales, no resulta sorprendente que el país
carezca de dramaturgos que trabajen de manera constante, ni que las producciones teatrales sean cada vez más
infrecuentes.
Este panorama ayuda a explicar la ausencia de una crítica teatral que documente la dimensión escénica del teatro
boliviano, una carencia que complica la labor de los investigadores extranjeros interesados en estudiar la actividad
teatral en Bolivia.
Respondemos de manera reflexiva las siguientes preguntas:
− ¿Cómo influye el teatro en la percepción de las cuestiones sociales en
Bolivia?
− ¿Qué papel juegan los personajes y las tramas en la reflexión crítica
sobre la realidad social de Bolivia?
− ¿Qué desafíos enfrentan los dramaturgos bolivianos al intentar
representar la diversidad cultural en sus obras?
Organizamos dos grupos de trabajo, cada uno se encarga
de un proyecto:
Grupo 1: PRODUCCIÓN DE CORTOMETRAJES SOBRE
EL TEATRO BOLIVIANO
Instrucciones:
− Investigamos sobre el teatro boliviano, enfocándonos en
dramaturgos, obras clave y movimientos importantes.
− Preparamos el guion para el cortometraje basado en la
investigación realizada.
− Producción, filmamos el cortometraje, asegurándonos
de incluir diálogos, narración y elementos visuales que
ayuden a entender el tema.
Fuente: https://n9.cl/bhzge
PRODUCCIÓN
− Presentamos el cortometraje en la clase. Después de
cada presentación, abrimos un espacio de 10 minutos
para preguntas y comentarios.
Imagen del cortometraje animado boliviano
“Tantawawas”
Fuente: https://n9.cl/6b73hp
Grupo 2: ELABORACIÓN DE UN MUSEO VIRTUAL SOBRE EL TEATRO EN BOLIVIA
Instrucciones:
− Investigamos sobre la historia del teatro en Bolivia, figuras clave y obras importantes.
− Diseñamos y creamos exposiciones virtuales, agregando descripciones, imágenes y otros recursos multimedia,
asegurándonos de que el museo sea interactivo y accesible, permitiendo a nuestros compañeros de aula explorar
los diferentes temas.
− Presentamos el museo virtual en la clase y ofrecemos una breve explicación sobre cómo navegar por él.
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El teatro en Bolivia tiene raíces profundas en la cultura precolombina. La cultura quechua desarrolló ceremonias teatrales complejas dirigidas a sus dioses, gobernantes y héroes locales. Existían dos géneros principales: el wanka, que representaba la tragedia, y el aranway, similar a la comedia. Un ejemplo notable fue descubierto por un etnólogo belga en los valles de Cochabamba, que trataba de una historia de amor entre dos campesinos y contaba con escenografía propia y un bosque artificial.
Durante el período colonial, el teatro en Bolivia estuvo marcado por la influencia española. Se desarrollaron representaciones populares indígenas y comedias religiosas que mantenían el tono característico del teatro español. Un hito importante ocurrió en mil ochocientos treinta y cuatro con la presentación de "Aviso a las solteras", una comedia de Mariano Méndez que se considera la primera obra dramática creada específicamente en Bolivia, marcando el inicio del teatro republicano nacional.
Entre mil ochocientos veinticinco y mil novecientos veinte, el teatro boliviano desarrolló tres tendencias principales. El drama histórico buscaba exaltar a los héroes patrios e infundir patriotismo, con obras como "Los mártires" de Hermógenes Jofré en mil ochocientos sesenta y ocho. El monólogo surgió a principios del siglo veinte, enalteciendo próceres históricos en verso, destacando José Palma con "Un prócer de la independencia" en mil novecientos uno. Finalmente, el drama poético, influenciado por el modernismo, se caracterizó por la belleza y sonoridad de sus versos, con Ricardo Jaimes Freyre y Franz Tamayo como máximos exponentes.
Después de la Guerra del Chaco, entre mil novecientos treinta y dos y mil novecientos treinta y cinco, el teatro boliviano experimentó una profunda transformación. Antonio Díaz Villamil comenzó una nueva propuesta teatral que analizaba la realidad boliviana y la psicología del pueblo. Sus obras como "El hoyo", "Cuando vuelva mi hijo" y "La voz de la quena" reflejaban el impacto de la guerra en la vida cotidiana y las familias. Por su parte, Joaquín Gantier se destacó por su enfoque psicológico, explorando en "Más allá de la primera línea" cómo la guerra afecta la mente y las emociones de los individuos.
El teatro en Bolivia tiene orígenes muy antiguos que se remontan a la época precolombina. La cultura quechua realizaba ceremonias complejas dirigidas a sus dioses, gobernantes y héroes locales. El teatro asumió un papel muy importante en lo político y social, con dramatizaciones basadas en mitos de origen incaico. Existían dos géneros teatrales principales: el wanka, que significaba tragedia, y el aranway, similar a la comedia. Un ejemplo notable fue una historia de amor entre dos campesinos encontrada en los valles de Cochabamba, que tenía escenografía propia y un bosque artificial.
Durante la época colonial, el teatro estuvo presente mediante representaciones populares indígenas y comedias religiosas, marcadas por su tono español. Una de las primeras obras del teatro boliviano es "Aviso a las solteras", una comedia de Mariano Méndez, presentada por primera vez en mil ochocientos treinta y cuatro. Esta obra es considerada la primera obra dramática creada en Bolivia, marcando el inicio del teatro boliviano independiente con características costumbristas propias.
Entre mil ochocientos veinticinco y mil novecientos veinte, el teatro boliviano desarrolló tres tendencias principales. El drama histórico tuvo como objetivo exaltar a los héroes de nuestra historia e infundir patriotismo, como "Los mártires" de Hermógenes Jofré en mil ochocientos sesenta y ocho. El monólogo surgió a principios del siglo veinte, enalteciendo próceres históricos en verso, destacando "Un prócer de la independencia" de José Palma. El drama poético, influenciado por el modernismo, se caracterizó por la belleza y sonoridad, con obras como "La hija de Jefthé" de Ricardo Jaimes Freyre y "La Prometheida" de Franz Tamayo.
Después de la Guerra del Chaco, el teatro boliviano se mantuvo vigente con nuevos enfoques. Antonio Díaz Villamil comenzó una nueva propuesta teatral entre mil novecientos treinta y nueve y mil novecientos cuarenta y ocho, analizando la realidad boliviana y la psicología del pueblo con objetivo didáctico. Sus obras como "El hoyo", "Cuando vuelva mi hijo" y "La voz de la quena" abordaron temas de crisis, supervivencia y tradiciones. Joaquín Gantier se destacó por su enfoque en el aspecto psicológico, especialmente en "Más allá de la primera línea", explorando el impacto mental de la guerra.
El teatro social boliviano se inició en mil novecientos cuarenta y tres con Raúl Salmón de la Barra, quien formó un elenco para representar obras que mostraran los problemas sociales y llevaran a la reflexión al público. Sus obras como "Escuela de pillos", "¡Viva Belzu!" y "Juana Sánchez" abordaron temas de corrupción, política y condición femenina. Un evento histórico ocurrió en mil novecientos sesenta y siete con las Jornadas Julianas de la Juventud, reuniendo catorce elencos y más de doscientos actores. Destacó Sergio Suárez Figueroa con obras como "El hombre del sombrero de paja" y "Marginalidad", explorando temas de identidad y exclusión social en el teatro boliviano contemporáneo.