Hola a todos, hoy les voy a hablar de algo fundamental para la ética en la medicina y la investigación: el Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki.
¿Sabían que muchos de los derechos básicos que tienen hoy los pacientes e investigadores, como el consentimiento informado, se establecieron justo después de la Segunda Guerra Mundial?
Estos documentos nacieron para proteger a las personas de abusos inhumanos que ocurrieron en el pasado… Hoy exploraremos su historia, sus principios y por qué son tan importantes para todos nosotros.
视频信息
答案文本
视频字幕
Durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1933 y 1945, se realizaron experimentos médicos inhumanos que violaron completamente la dignidad humana. Estos abusos llevaron a los Juicios de Núremberg entre 1945 y 1949, que se convirtieron en el catalizador para establecer principios éticos universales en medicina. En 1947 nació el Código de Núremberg, marcando el inicio de una nueva era en la ética médica y la investigación.
El Código de Núremberg, establecido en 1947, revolucionó la investigación médica con sus 10 principios fundamentales. El primer principio, el consentimiento voluntario, se convirtió en la piedra angular de toda investigación ética. Los principios incluyen la necesidad de resultados beneficiosos, bases científicas sólidas, evitar sufrimiento innecesario, y garantizar que los riesgos no superen los beneficios. También estableció el derecho fundamental de los participantes a retirarse en cualquier momento y la obligación de terminar el experimento si surge peligro.
En 1964, la Asociación Médica Mundial desarrolló la Declaración de Helsinki para expandir los principios del Código de Núremberg. Esta declaración introdujo conceptos revolucionarios como la distinción entre investigación terapéutica y no terapéutica, el papel fundamental de los comités de ética, y consideraciones especiales para poblaciones vulnerables. A lo largo de los años, ha sido revisada múltiples veces en 1975, 1983, 1989, 1996, 2000, 2008 y 2013, adaptándose a los avances médicos y desafíos éticos emergentes.
Los cuatro principios bioéticos fundamentales que comparten ambos documentos son: autonomía, que garantiza el consentimiento informado; beneficencia, que busca maximizar los beneficios para el paciente; no maleficencia, el principio de no hacer daño; y justicia, que asegura una distribución equitativa de beneficios y riesgos. Estos principios se aplican en situaciones médicas reales, como en los ensayos clínicos donde se debe obtener consentimiento libre, buscar la curación, minimizar riesgos y garantizar acceso equitativo.
Estos principios históricos siguen siendo fundamentales en la medicina moderna. Se implementan a través de comités de ética hospitalarios, protocolos rigurosos de investigación clínica, consentimiento informado digital y protección de datos genéticos. En la investigación del COVID-19, los ensayos de vacunas siguieron estrictamente estos principios. Las terapias génicas como CRISPR requieren consideraciones éticas especiales, y la inteligencia artificial en medicina debe garantizar transparencia y equidad, demostrando que estos códigos históricos siguen siendo relevantes para los desafíos médicos actuales.