Las variables estadísticas son características medibles que nos permiten describir y analizar poblaciones o muestras. Pueden representar aspectos físicos como altura y peso, características cualitativas como color de ojos, o cantidades discretas como número de hermanos. Son fundamentales para realizar estudios estadísticos y extraer conclusiones significativas de los datos.
Las variables cualitativas representan características no numéricas que describen cualidades o atributos de los elementos estudiados. Se clasifican en dos tipos principales: las variables nominales, que no tienen un orden natural como el color de cabello o estado civil, y las variables ordinales, que sí presentan un orden jerárquico como el nivel educativo o grado de satisfacción del cliente.
Las variables cuantitativas representan cantidades numéricas medibles que pueden someterse a operaciones matemáticas. Se clasifican en discretas, que toman valores enteros contables como el número de hijos, y continuas, que pueden tomar cualquier valor dentro de un intervalo como la altura o el peso. Esta distinción es fundamental para elegir los métodos estadísticos apropiados.
Las escalas de medición clasifican las variables según las operaciones matemáticas permitidas. La escala nominal solo permite comparar igualdad, la ordinal añade relaciones de orden, la de intervalo permite operaciones de suma y resta, mientras que la escala de razón incluye todas las operaciones matemáticas básicas incluyendo multiplicación y división.
Los ejemplos prácticos demuestran cómo identificar y clasificar variables estadísticas en situaciones reales. En una encuesta de satisfacción, la edad es cuantitativa continua mientras que la satisfacción es cualitativa ordinal. En estudios médicos, la presión arterial es cuantitativa continua y el grupo sanguíneo cualitativa nominal. Esta clasificación correcta es fundamental para aplicar los métodos estadísticos apropiados y obtener conclusiones válidas.