La robótica educativa es una disciplina innovadora que utiliza robots como herramienta pedagógica para facilitar el aprendizaje. No se trata solo de aprender sobre robots, sino de aprender con robots, integrando conceptos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas de manera práctica y divertida.
Los componentes fundamentales de un robot educativo incluyen el hardware que forma su estructura física, el software que permite programarlo, los sensores que le permiten percibir el entorno como ultrasonido, luz y sonido, y los actuadores como motores y LEDs que le permiten interactuar con el mundo.
Los objetivos educativos de la robótica incluyen el desarrollo de conceptos STEM de forma práctica, el pensamiento computacional y lógico, la resolución de problemas creativos, y habilidades transversales como la colaboración y comunicación. Todo esto se logra mediante experiencias de aprendizaje activo y construcción.
La metodología de la robótica educativa se basa en un ciclo de aprendizaje activo: construir el robot, programarlo usando herramientas visuales como bloques, y probarlo mediante experimentación. Este proceso iterativo de prueba y error fomenta el desarrollo de proyectos colaborativos y el aprendizaje significativo.
La robótica educativa tiene un impacto transformador en la educación. Motiva el aprendizaje de conceptos STEM, desarrolla competencias del siglo XXI como creatividad y colaboración, fomenta la inclusión tecnológica, y prepara a los estudiantes para un futuro digital conectando la teoría con la práctica de manera significativa.