La Filosofía Antigua representa el nacimiento del pensamiento racional occidental en la Antigua Grecia, entre los siglos octavo y cuarto antes de Cristo. Este período marca la transición fundamental desde las explicaciones míticas del mundo hacia la búsqueda de respuestas racionales y sistemáticas sobre la naturaleza, el cosmos y la existencia humana.
Los filósofos Presocráticos, activos entre los siglos sexto y quinto antes de Cristo, fueron los pioneros del pensamiento racional occidental. Su principal preocupación era encontrar el arché, el principio fundamental de todas las cosas. Tales propuso el agua, Heráclito el fuego, Anaxímenes el aire, mientras que Empédocles habló de cuatro elementos. Estos pensadores marcaron el inicio de la filosofía natural, buscando explicar el cosmos a través de la razón y no de los mitos.
Sócrates, quien vivió en el siglo quinto antes de Cristo, revolucionó la filosofía al realizar lo que se conoce como el giro antropológico. Mientras los Presocráticos se enfocaban en explicar el cosmos y la naturaleza, Sócrates dirigió su atención hacia el ser humano y las cuestiones éticas. Su famosa máxima "conócete a ti mismo" refleja esta nueva orientación hacia el autoconocimiento, la virtud, la justicia y la moral como temas centrales de la reflexión filosófica.
El método socrático se caracteriza por tres elementos fundamentales. Primero, la ironía socrática, donde Sócrates fingía ignorancia para exponer la ignorancia de sus interlocutores. Segundo, la mayéutica o arte de dar a luz ideas, mediante la cual ayudaba a sus discípulos a descubrir el conocimiento que ya poseían. Finalmente, la búsqueda de definiciones universales de conceptos éticos como la justicia, la virtud y el bien. Este método dialéctico transformó la filosofía en un proceso de investigación colaborativa.
La Filosofía Antigua, desde los Presocráticos hasta Sócrates, estableció los fundamentos del pensamiento occidental. Los Presocráticos iniciaron la búsqueda racional del arché y la comprensión de la naturaleza, mientras que Sócrates y sus seguidores dirigieron la filosofía hacia el estudio del ser humano, la ética y el conocimiento. Esta transformación del enfoque cosmológico al antropológico marcó el nacimiento de la filosofía como disciplina sistemática, creando las bases sobre las cuales se desarrollaría todo el pensamiento filosófico posterior en Occidente.