La historia de la Inteligencia Artificial es un viaje extraordinario que comenzó con ideas filosóficas sobre máquinas pensantes y ha evolucionado hasta convertirse en una de las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo. Desde los primeros conceptos teóricos hasta los sistemas actuales que superan capacidades humanas en tareas específicas.
Los orígenes de la Inteligencia Artificial se remontan a 1936 con la máquina de Turing, que estableció las bases teóricas de la computación. En 1943 se propusieron las primeras redes neuronales artificiales. El Test de Turing de 1950 planteó cómo determinar si una máquina puede pensar. Finalmente, en 1956, la histórica Conferencia de Dartmouth marcó el nacimiento oficial de la Inteligencia Artificial como campo de estudio.
La primera era dorada de la IA, desde 1956 hasta 1970, estuvo marcada por un gran optimismo y abundante financiación. Se desarrollaron programas pioneros como Logic Theorist para demostración de teoremas, GPS para resolución de problemas y ELIZA para procesamiento básico del lenguaje. Sin embargo, las expectativas eran demasiado altas. El primer invierno de la IA llegó en los años 70, cuando la financiación se redujo drásticamente al no cumplirse las ambiciosas predicciones. El informe Lighthill de 1973 fue especialmente crítico.
Los años 80 trajeron el boom de los sistemas expertos, programas diseñados para emular la capacidad de toma de decisiones de expertos humanos en dominios específicos. MYCIN revolucionó el diagnóstico médico, mientras que R1 optimizó la configuración de sistemas informáticos. Estos sistemas tuvieron un éxito comercial inicial significativo. Sin embargo, a finales de los 80 y durante los 90, llegó el segundo invierno de la IA. El mercado de sistemas expertos colapsó debido a los altos costos de mantenimiento y las limitaciones inherentes de estos sistemas.
El resurgimiento moderno de la IA desde el año 2000 ha sido espectacular, impulsado por varios factores clave. La disponibilidad masiva de datos, el aumento exponencial de la capacidad computacional con GPUs, y los avances en algoritmos de Deep Learning han revolucionado el campo. Hemos visto éxitos extraordinarios como Deep Blue venciendo al campeón mundial de ajedrez, AlphaGo dominando el juego de Go, y el surgimiento de asistentes virtuales, vehículos autónomos y sistemas de reconocimiento de imágenes. Hoy, la IA está integrada en múltiples aspectos de nuestra vida cotidiana.