El capitalismo es un sistema económico fundamental que se basa en tres pilares principales: la propiedad privada de los medios de producción, el libre mercado, y la búsqueda del beneficio económico. En este sistema, las empresas y los individuos poseen fábricas, tierras y herramientas para producir bienes y servicios.
La propiedad privada es el primer pilar fundamental del capitalismo. Esto significa que los medios de producción como fábricas, tierras, maquinaria y herramientas pertenecen a individuos o empresas privadas, no al Estado. Los propietarios tienen el derecho exclusivo de usar, controlar y obtener beneficios de sus propiedades.
El mercado libre es el segundo pilar del capitalismo. En este sistema, la interacción entre la oferta y la demanda determina automáticamente los precios y las cantidades de bienes y servicios producidos. Los compradores y vendedores negocian libremente, alcanzando un punto de equilibrio donde se encuentran ambas fuerzas del mercado.
El ánimo de lucro y la competencia son elementos esenciales del capitalismo. Las empresas buscan maximizar sus ganancias, lo que las motiva a ser más eficientes y innovadoras. La competencia entre empresas beneficia a los consumidores, quienes pueden elegir entre diferentes opciones, precios y calidades, impulsando así la mejora continua de productos y servicios.
El trabajo asalariado es una característica fundamental del capitalismo. La mayoría de las personas no poseen medios de producción propios, por lo que deben vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Los trabajadores firman contratos laborales con los propietarios de las empresas, quienes les pagan por su tiempo y esfuerzo, mientras que las ganancias de la producción pertenecen al empleador.